Slim busca salir del proyecto Lakach en Pemex para centrarse en Ixachi

Redacción
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Foto: Especial

El empresario mexicano acelera su participación en campos de gas natural con menor riesgo, mientras evalúa su retiro del proyecto Lakach

Carlos Slim mantiene su posición como uno de los inversionistas más sólidos en Petróleos Mexicanos (Pemex), aunque en un contexto de apertura del mercado petrolero mexicano a la participación privada, el empresario busca retirar su inversión del proyecto Lakach. Este movimiento refleja una estrategia de ajuste ante las condiciones económicas y técnicas que afectan la rentabilidad del proyecto, así como la evolución del panorama energético en el país.

A mediados del año pasado, Slim se asoció con Pemex con el objetivo de reactivar el campo de gas natural Lakach, ubicado a aproximadamente 90 kilómetros del puerto de Veracruz. La alianza ocurrió tras la salida de la firma estadounidense New Fortress, y en ese momento, la apuesta del empresario mexicano generó expectativas de que sería el principal impulsor del desarrollo del yacimiento. Sin embargo, los desafíos técnicos y financieros han ido complicando la viabilidad del proyecto, llevando a Slim a considerar su desactivación, según fuentes cercanas a su entorno.

El proyecto de Lakach fue concebido como el primer yacimiento de gas natural en aguas profundas en México. Sin embargo, la caída de los precios internacionales del hidrocarburo y el aumento en los costos de infraestructura han dificultado su desarrollo. La inversión necesaria para construir la infraestructura que permita explotar el campo ha sido significativa, y los retornos económicos, cada vez más inciertos, han llevado a Slim a replantear su participación.

En declaraciones realizadas a principios de año, el propio magnate admitió que se trataba de un proyecto “complicado” y que enfrentaba “grandes retos técnicos”. Desde entonces, los rumores sobre una posible congelación de su participación en Lakach se intensificaron. Fuentes del sector afirman que Slim ya presiona a Pemex para concretar su salida del proyecto, en un proceso que podría acelerarse con la reestructura ejecutiva de la petrolera y la posible salida del director general, Víctor Rodríguez.

Para Pemex, Lakach es considerado un proyecto prioritario, fundamental para garantizar el suministro de gas natural en la península de Yucatán. La importancia estratégica del yacimiento hace que la salida de Slim no sea un proceso sencillo para la compañía estatal. Desde 2007, Pemex ha invertido recursos técnicos y millonarias sumas en el desarrollo del campo, pero aún requiere la participación de un socio con capacidades financieras y técnicas para alcanzar sus metas de producción y abastecimiento.

La decisión de Slim de asociarse con Pemex para desarrollar Lakach sorprendió inicialmente al mercado. Algunos analistas señalaron que Slim era el único con los recursos suficientes para afrontar el proyecto, dada su experiencia y capacidad financiera. Sin embargo, también se mencionó que esta decisión pudo haber estado motivada por expectativas de un cambio de régimen en Pemex o por la incertidumbre en el mercado energético mexicano.

El gobierno mexicano ha confirmado que Pemex continuará su proceso de reestructuración y de incorporación de modelos de negocio que involucren al sector privado. Estas políticas podrían favorecer a Slim en otros proyectos, especialmente en el sector de gas natural, donde ya concentra sus esfuerzos en campos considerados de menor riesgo y mayor rentabilidad.

Actualmente, Slim ha centrado su atención en dos campos de gas natural en México: Ixachi, en Veracruz, y Quesqui, en Tabasco. Ambos yacimientos cuentan con recursos comprobados y representan los proyectos más prometedores en términos de rentabilidad en la actualidad. La estrategia indica un enfoque en campos con menor complejidad técnica y mayor potencial de producción, en línea con las condiciones del mercado actual.

La participación de Slim en Pemex ha sido vista como una apuesta significativa en el sector energético mexicano. Sin embargo, su interés en acelerar su retiro de Lakach y concentrar recursos en otros yacimientos refleja una tendencia hacia la diversificación y búsqueda de proyectos con menor riesgo técnico y financiero. La evolución de esta estrategia será clave para entender el futuro del sector energético en México.

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