FMI advierte sobre crecimiento débil y persistente inflación en la economía mundial.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, ha declarado que, aunque la economía mundial ha demostrado una notable resiliencia ante múltiples perturbaciones, todavía debe superar una combinación de crecimiento débil y persistente inflación. Las previsiones de crecimiento mundial del FMI del 2.8% «no son suficientes para brindar oportunidades a las empresas y ciudadanos de todo el mundo», y lo más preocupante es la proyección de un crecimiento débil durante un período de tiempo más largo.
El FMI advierte que un nuevo estallido importante en el sistema bancario podría hacer retroceder el crecimiento mundial al 1%, llevando a muchas economías a la recesión y poniendo gran tensión en los mercados emergentes. Las autoridades monetarias tienen dos tareas principales a corto plazo: combatir la persistente inflación y salvaguardar la estabilidad financiera. Sin embargo, estos temas se han vuelto más complejos debido a las presiones bancarias por las quiebras de dos bancos regionales estadounidenses y la venta forzosa del prestamista global Credit Suisse.
Georgieva también afirmó que la vigilancia sobre los riesgos emergentes «es absolutamente primordial». Los bancos centrales deberían abordar los riesgos de estabilidad financiera cuando surjan, trabajando en estrecha colaboración con los reguladores y supervisores. «La clave es monitorizar los riesgos que pueden estar escondidos en las sombras, en bancos e instituciones financieras no bancarias o en sectores como el inmobiliario comercial».
El FMI realizó su proyección de crecimiento global a cinco años más baja desde que comenzó a emitir dichos pronósticos en 1990, con una estimación de crecimiento del 2.8% en 2023 y luego rondando el 3.0% hasta 2028. Esto se debe a la productividad rezagada y el potencial de fragmentación de la economía mundial. Aunque Georgieva afirma que estos pronósticos «no son horribles» y que «no estamos en recesión», también destaca que los riesgos aumentan y que la economía mundial necesita ser más resistente.