Cientos de personas disfrutan sus disfraces de Halloween en la calle Madero de CDMX

Redacción
3 minutos de lectura
Foto: Especial

La tradición de celebrar Halloween en la Ciudad de México se refleja en la creatividad y participación de habitantes en el centro histórico

La noche del 31 de octubre, en el marco de la celebración de Halloween, cientos de habitantes de la Ciudad de México se congregaron en la calle de Madero, en el centro histórico, para exhibir sus disfraces de terror y disfrutar de la tradicional festividad. La vía peatonal, uno de los espacios más emblemáticos de la capital, se convirtió en un escenario de creatividad y diversión, donde los participantes lucieron personajes como La Monja, la joven del Exorcista, payasos y fantasmas, entre otros.

Esta celebración, originaria de Estados Unidos, ha sido adoptada ampliamente en México, especialmente en la Ciudad de México, donde tanto niños como adultos participan activamente. Los menores, en particular, extienden la tradición de pedir dulces y calaveritas hasta el 1 y 2 de noviembre, en el contexto del Día de Muertos, una festividad que honra a los difuntos y forma parte del patrimonio cultural nacional.

Durante la noche, la calle de Madero se convirtió en un caminador popular en el que familias, amigos y visitantes mostraron su creatividad a través de disfraces elaborados y aterradores. La afluencia fue notable, con numerosos asistentes que aprovecharon la ocasión para asustar y divertirse, además de solicitar sus calaveritas en un ambiente festivo y seguro. La celebración también incluyó pequeñas presentaciones y actividades que enriquecieron la tradición.

Aunque Halloween es una festividad de origen estadounidense, en México su celebración ha sido adaptada y enriquecida por las tradiciones locales. La participación activa de niños y adultos en la exhibición de disfraces y en la petición de dulces refleja la integración de esta costumbre con las tradiciones mexicanas del Día de Muertos, que se celebra del 1 al 2 de noviembre. La unión de ambas festividades ha contribuido a que la celebración tenga un carácter más familiar y cultural.

El centro histórico de la Ciudad de México continúa siendo uno de los espacios preferidos para estas actividades, debido a su carácter emblemático y su capacidad para congregar a la ciudadanía en un ambiente de alegría y respeto por las tradiciones. La seguridad y organización fueron prioritarias durante la noche, garantizando un ambiente de convivencia y diversión para todos los asistentes.

En resumen, la noche del 31 de octubre en la calle de Madero reflejó una vez más la participación activa de los capitalinos en las celebraciones de Halloween. La creatividad en los disfraces y el espíritu festivo reafirmaron la tradición de esta festividad en la capital, que sigue fusionándose con las costumbres mexicanas y consolidándose como una expresión cultural de identidad y diversión.

Compartir este artículo