La decisión fue tomada tras una llamada telefónica entre ambos líderes, que buscará evitar un aumento en los aranceles y establecer un diálogo para un acuerdo a largo plazo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a un acuerdo con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para posponer por 90 días la implementación de los aranceles adicionales a México del 30%, los cuales estaban programados para entrar en vigor el 1 de agosto. Esta decisión fue tomada después de una llamada telefónica realizada este jueves entre ambos mandatarios, en la que discutieron la situación comercial y las medidas a seguir.
El mandatario estadounidense compartió en su red social Truth que la conversación con Sheinbaum fue productiva, ya que ambos líderes tienen un conocimiento mutuo y una mejor comprensión de sus respectivas posiciones. Destacó que las complejidades en un acuerdo con México difieren de otros países debido a los problemas y beneficios que representa la frontera común.
Trump explicó que durante los 90 días siguientes, México mantendrá el mismo acuerdo que firmaron previamente, en el que pagará un arancel del 25% por el fentanilo, un 25% en automóviles y un 50% en acero, aluminio y cobre. Además, el mandatario estadounidense informó que México acordó eliminar de inmediato varias barreras comerciales no arancelarias que tenían en vigor, como parte de la negociación.
Por su parte, Claudia Sheinbaum comunicó en sus redes sociales que, tras la llamada con su homólogo, lograron evitar el aumento de aranceles que estaba anunciado para ese viernes. La mandataria señaló que la conversación fue muy positiva y que lograron obtener un plazo de 90 días para construir un acuerdo de carácter permanente mediante el diálogo abierto.
“Tuvimos una muy buena llamada con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Evitamos el aumento de aranceles anunciado para mañana y logramos 90 días para construir un acuerdo de largo plazo a partir del diálogo”, publicó Sheinbaum en su cuenta oficial, acompañando la publicación con una fotografía en la que estuvo acompañada por funcionarios mexicanos.
Trump añadió que durante los próximos 90 días mantendrán conversaciones con México con el objetivo de firmar un acuerdo comercial dentro de ese período, o incluso antes si las negociaciones avanzan favorablemente. El mandatario estadounidense también mencionó que en la reunión participaron varios altos funcionarios, como el vicepresidente J. D. Vance, el secretario del Tesoro Scott Bessent, el secretario de Estado Marco Rubio, el secretario de Comercio Howard Lutnick, el representante comercial de Estados Unidos y embajador Jamieson Greer, además de la jefa de gabinete Susie Wiles, el subjefe de gabinete para políticas y el asesor de Seguridad Nacional, Stephen Miller.
En la misma reunión, se reafirmó el compromiso de mantener la cooperación en temas fronterizos, incluyendo aspectos de seguridad, control de drogas, distribución y la inmigración ilegal hacia Estados Unidos. Trump agradeció la atención que le prestan a estos temas en la colaboración bilateral.
Sheinbaum confirmó que estuvo acompañada en la llamada por Juan Ramón de la Fuente, secretario de Relaciones Exteriores; Marcelo Ebrard, secretario de Economía, y Roberto Velasco, subsecretario para América del Norte. La mandataria destacó la importancia de este diálogo para evitar medidas que podrían afectar la relación comercial y de seguridad entre ambos países.
El acuerdo alcanzado busca evitar un impacto negativo en las relaciones bilaterales, mientras ambos países trabajan en la construcción de un acuerdo a largo plazo que aborde los temas comerciales, de seguridad y migratorios. La extensión del plazo de 90 días permitirá a las autoridades mexicanas y estadounidenses continuar negociando para llegar a un acuerdo que beneficie a ambas naciones sin la imposición inmediata de aranceles adicionales.
El compromiso de mantener abierta la comunicación y la cooperación en la frontera refleja la importancia de la relación bilateral en aspectos económicos, de seguridad y migratorios. La decisión de posponer los aranceles representa un esfuerzo conjunto para evitar una escalada que podría afectar tanto a México como a Estados Unidos en diferentes ámbitos.