Autoridades aseguran que el incidente no ha provocado riesgos mayores y continúan las investigaciones en la zona
En la región de Pachuca, Hidalgo, se reportó la detección de una toma clandestina en uno de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que ha movilizado a las autoridades para evaluar la magnitud del incidente y prevenir posibles riesgos ambientales o de seguridad. La fuga fue localizada en un tramo del sistema de transporte de hidrocarburos, sin que hasta el momento se hayan reportado explosiones o incendios.
El hallazgo ocurrió durante labores de inspección rutinaria por parte del personal de Pemex, quienes detectaron anomalías en la presión del ducto y una posible manipulación no autorizada. De inmediato, se activaron los protocolos de seguridad y se suspendieron las operaciones en la zona para evitar mayores daños. La policía federal, en colaboración con personal de Pemex, inició una investigación para determinar quiénes están detrás de esta actividad ilícita y cómo fue posible acceder al ducto sin ser detectados.
Hasta la fecha, las autoridades han asegurado que no hay evidencia de que la toma clandestina haya provocado alguna fuga importante ni afectaciones a la población o al medio ambiente. Sin embargo, continúan con las labores de monitoreo y reparación para restablecer la integridad del ducto y prevenir futuras incidencias. La zona permanece bajo vigilancia, y se han reforzado los mecanismos de control en puntos estratégicos para detectar cualquier actividad sospechosa en la red de ductos de la región.
Las autoridades locales y federales han reiterado su compromiso de combatir las actividades ilícitas relacionadas con el robo de combustibles, que representan un riesgo constante para la seguridad pública y la economía del país. Se han intensificado los operativos en diferentes estados, especialmente en áreas con antecedentes de este tipo de delitos, con la finalidad de desmantelar las redes de robo y garantizar la integridad de las instalaciones de Pemex.
Expertos en seguridad y protección de infraestructura han señalado que las tomas clandestinas no solo ocasionan pérdidas económicas para la petrolera estatal, sino que también incrementan el riesgo de accidentes y daños ambientales. La presencia de estos puntos irregulares en los ductos requiere de una vigilancia constante y de tecnologías avanzadas que permitan detectar manipulaciones en tiempo real.
Por su parte, representantes de Pemex han reafirmado su compromiso de colaborar con las autoridades para erradicar estas prácticas ilegales y reforzar la seguridad de sus instalaciones. La compañía ha señalado que continuará invirtiendo en sistemas de detección y en la capacitación de su personal para fortalecer la protección de sus ductos y reducir la incidencia de estos delitos.
Este incidente en Pachuca se suma a una serie de casos similares reportados en distintas zonas del país, donde la lucha contra el robo de combustible ha sido prioritaria para las autoridades federales. La coordinación entre los diferentes niveles de gobierno y la participación de la ciudadanía son consideradas esenciales para frenar esta problemática y proteger los recursos nacionales.