El 5 de junio del año 1723 en Kirkcaldy, Escocia nació Adam Smith, quien fue un economista y filósofo formado en la Universidad de Glasgow y la Universidad de Oxford donde en esta última finalizó sus estudios en el año 1746, de esta manera Adam Smith fue forjándose en el mundo de la economía hasta ser reconocido y mantener relaciones con autores de renombre, por ejemplo David Hume con quien congenió en muchas ideas.
En el año 1758, Adam Smith fue nombrado decano de la Universidad de Glasgow y en el año 1787 fue nombrado rector honorífico de la Universidad de Glasgow.
Adam Smith es considerado como el padre de la economía moderna, puesto a sus grandes aportaciones, es decir, el libro de la “Teoría de los Sentimientos Morales” publicado en 1759 y el libro de “La Riqueza de las Naciones” publicado en 1776, ambos libros, expresan las premisas principales de los trabajos de Smith.
Principalmente, Smith se apoya del laissez faire de Vincent de Gournay, es decir, el “dejar ser”, idea que hace referencia al liberalismo de mercado.
El libro “La Riqueza de las Naciones”, es el más importante que pudo haber escrito y es uno de los más aclamados en la historia de la economía, este libro, en esencia aborda la referencia evolutiva económica de Estados como el Reino Unido y Países Bajos, habla sobre el libre mercado, la división del trabajo, así como la importancia de una relación del valor-trabajo, además estableció la libre competencia, la libertad individual para beneficiar su interés particular sin intención de hacerlo, logrando cumplir con las necesidades de una sociedad.
La economía de mercado es la herramienta para alcanzar el bienestar social, afirmó Smith.
Por otra parte, el libro “Teoría de los Sentimientos Morales”, aborda sobre la propia concepción de Smith sobre el hombre en sociedad. De esta manera afirmaba que el hombre vela por sus propios intereses por encima de los demás, con la excepción de que es capaz de reconocer la necesidad de brindar y aceptar la cooperación por parte de otros, siempre y cuando se realice una aportación en su entorno moral, espiritual o monetario, por consecuente, el desarrollo de este libro destacaba que la individualidad estaba por encima de los valores colectivos, de esta forma Adam Smith planteó la presencia de una “Mano Invisible”, la cual regulaba los fenómenos y comportamientos humanos actuando desde la subjetividad del interés propio.
Por esta premisa, Smith afirmaba que la propia autorregulación del mercado facilita la prosperidad de un mercado óptimo, por lo que los individuos deben comportarse y actuar sin las interferencias del Estado y buscar su interés particular.
Justamente de aquí parte una de las críticas más controversiales hacia Adam Smith, puesto que en la premisa sobre alcanzar el bienestar social, se sujeta de la mano invisible, sin embargo, el mismo Smith nunca creyó que la economía de mercado fuese perfecta, ya que admitió que un libre mercado era una utopía y no apoyaba las ideas anárquicas en donde el mercado no se regulaba por leyes o normas, sino una economía de mercado donde se permitiera el libre comercio.
Después del impacto de “La Riqueza de las Naciones” y “Teoría de los Sentimientos Morales”, surgieron una gran ola de autores que apoyaron y defendieron el legado de Adam Smith como David Ricardo con su teoría de la ventaja comparativa, Michael Porter con su teoría de la ventaja competitiva, sin embargo, existieron autores que se oponían por completo a los ideales de Smith, por ejemplo, Karl Marx y Friedrich Engels quienes escribieron el “Manifiesto Comunista” en el año 1848, ya que proponía el interés del bienestar social esencial para alcanzar el Estado del bienestar, por lo que supuso la exigencia e importancia de ambos bocetos para el buen funcionamiento de las economías, algo que es muy usual hoy en día, con la aplicación de modelos de economía mixta o el famoso socialismo de mercado, algo que muchos teóricos y analistas piensan es esencial la intervención del Estado y el libre mercado, puesto que son las bases para que una nación florezca y emerja.
Finalmente, Adam Smith falleció el 17 de julio del año 1790 en Edimburgo, Escocia por causa de una enfermedad desconocida, dejando un gran legado para las tendencias de la época, incluso sus modelos son aplicados hoy en día, puesto que la división del trabajo, ventaja absoluta, entre otros aportes, son necesarios para el funcionamiento correcto de una sociedad económica.
No hay más requisitos para llevar a un Estado al más alto grado de opulencia a partir de la mayor barbarie, que la paz, unos impuestos sencillos y una tolerable administración de la justicia, afirmó Smith.