Las medidas implementadas por el gobierno de Biden tras finalizar el Título 42 no lograrán contrarrestar los grandes flujos migratorios provenientes de Latinoamérica.
Hace poco más de una semana que se finalizó el Título 42, el cual permitía expulsar inmediatamente a los migrantes que ingresan a través de Canadá y México hacia EE.UU. lo que significaba un aumento de inmigrantes en la frontera, por lo que algunos legisladores catalogaron esto como un error peligroso.
Esta política desde un inicio se tomó como una falta a los derechos humanos ya que el gobierno estaba usando como excusa la salud para poder expulsar libre y legalmente a grandes cantidades de inmigrantes, sin embargo, la política se extendió, pero a inicios de este mes la OMS declaró el fin de la emergencia sanitaria global por la covid-19, en este sentido dicha política ya no tenia motivo de mantenerse.
Ante esto se lanzó el plan de seis pilares del DHS, esto incluía destacablemente el aumentar los recursos en la frontera sur e imponer consecuencias a quienes entren al país de manera ilegal. Además de la contratación de aproximadamente 1,000 coordinadores de procesamiento de la Patrulla Fronteriza y 2,500 contratistas y personal de agencias gubernamentales, se enviarían 1,500 soldados más a la frontera entre Estados Unidos y México, los cuales empezaron a arribar a frontera hace alrededor de 10 días.
El Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, durante una entrevista expresó su opinión ante esta situación, señalo que estas medidas no contendrán los flujos migratorios, y que a pesar de ello la migración aumentará constantemente, por lo que, en lugar de establecer políticas de represión, deberían ponerse en marcha programas de integración y el apoyo al desarrollo de otras naciones para evitar la desigualdad de oportunidades.
Ninguna solución represiva o de contención ha resultado. Por más muros que han construido los Estados Unidos, la migración sigue y sigue creciendo en su país. La solución no son las medidas coercitivas, sino una visión humanitaria y de integración.
– Alejandro Encinas Rodríguez (Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración)