La Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno promete transparencia y eficiencia
El 17 de octubre de 2024, Raquel Buenrostro, secretaria de la Función Pública, anunció la creación de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, que reemplazará a la Secretaría de la Función Pública (SFP). Este cambio forma parte de una estrategia del gobierno mexicano para fortalecer la lucha contra la corrupción y mejorar la transparencia en el sector público. La nueva secretaría busca ser más proactiva en la prevención de actos corruptos, en lugar de enfocarse solo en medidas correctivas.
La iniciativa de Buenrostro está alineada con la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha prometido una administración libre de influyentismo y corrupción. En su discurso, Sheinbaum destacó que uno de los objetivos clave de su mandato será garantizar que los recursos públicos se utilicen de manera honesta y eficiente. Con la creación de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, se busca promover una cultura de integridad y responsabilidad dentro del gobierno mexicano.
La Secretaría Anticorrupción tiene diez pilares fundamentales, entre los cuales se incluyen la dignificación del servicio público, la capacitación técnica de los servidores públicos, y un mayor énfasis en la cultura de la denuncia. Además, la secretaría implementará mecanismos preventivos para evitar que la corrupción dependa de la integridad individual de los funcionarios, estableciendo un marco institucional robusto.
Otro de los enfoques clave de esta nueva secretaría es la transparencia proactiva, que implica hacer pública la información de manera más accesible, con el fin de fortalecer la confianza entre la ciudadanía y las instituciones gubernamentales. Buenrostro también destacó que uno de los objetivos será simplificar y agilizar los trámites gubernamentales, lo que permitirá reducir las oportunidades de corrupción y mejorar la eficiencia en la prestación de servicios públicos.
En términos financieros, la corrupción en México representa el 5% de la economía nacional, lo que equivale a más de un billón de pesos. Con la creación de esta secretaría, se espera que los recursos públicos sean utilizados de manera más eficaz y que se reduzcan los privilegios fiscales, permitiendo una mayor equidad en la distribución de los beneficios sociales.
La Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno trabajará también para garantizar que los recursos de los programas sociales lleguen directamente a los beneficiarios, eliminando intermediarios y asegurando una mayor transparencia en los procesos. Este enfoque integral busca no solo castigar la corrupción, sino también prevenirla desde sus raíces.
