Gobierno Federal investiga al gobernador de Sinaloa por vínculos con el crimen organizado
Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, es investigado por vínculos con el Cártel de Sinaloa en medio de un aumento de la violencia en la región.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, enfrenta una crisis profunda mientras se desarrollan investigaciones federales que lo vinculan con el Cártel de Sinaloa. Según documentos obtenidos por el medio Proceso, tanto el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) como los servicios de inteligencia militar han puesto bajo vigilancia al mandatario por sus presuntos lazos con la facción criminal de Los Chapitos.
Las investigaciones revelan que Rocha Moya podría estar relacionado con Ismael Zambada, alias el Mayo, lo que ha generado tensiones en su administración. Además, su gobierno ha sido afectado por la violencia, que ha paralizado gran parte de la actividad económica en el estado. Las autoridades federales también están investigando a su hijo, José Rocha Ruiz, quien presuntamente actúa como intermediario entre su padre y el cártel.
La situación ha escalado a tal punto que el gobernador ha tomado medidas de seguridad extremas. Un informe de inteligencia federal menciona que Rocha Moya ha optado por dormir en el Palacio de Gobierno, protegido por guardias las 24 horas del día. Su familia también está bajo estrictas medidas de seguridad, incluyendo la presencia de francotiradores y el uso de vehículos blindados.
La violencia en Sinaloa ha alcanzado niveles alarmantes, con enfrentamientos entre las facciones del Cártel de Sinaloa y otras organizaciones criminales. Estos conflictos han dejado a Culiacán, la capital del estado, sumida en una crisis económica con pérdidas que alcanzan los 500 millones de pesos diarios. Negocios cerrados y estudiantes tomando clases a distancia son solo algunas de las consecuencias de esta narcoviolencia.
El gobernador Rocha Moya ha intentado mantener su administración a flote en medio de esta tormenta, con pocos aliados. Uno de ellos es el senador Adán Augusto López Hernández, quien ha mostrado su apoyo al mandatario. Sin embargo, las investigaciones siguen su curso y han encendido las alarmas en el círculo cercano al gobernador.
Los informes también mencionan que, junto al gobernador, otras figuras del estado están bajo vigilancia. Entre ellos, el exsecretario de Gobierno y actual senador Enrique Inzunza Cázarez, quien también ha sido señalado por sus posibles vínculos con grupos criminales.
En un panorama donde la violencia y las investigaciones federales parecen no tener fin, el futuro de Rocha Moya en el gobierno de Sinaloa es incierto. La tensión en el estado sigue creciendo, y la sociedad exige respuestas ante la narcoviolencia que ha marcado los últimos meses.