Empresas en Sinaloa cierran ante la escalada de violencia e inseguridad
Empresas y restaurantes en Culiacán suspenden actividades por la inseguridad, buscando resguardar a su personal y clientes.
La creciente ola de violencia en Sinaloa ha obligado a diversas empresas y restaurantes de Culiacán a cerrar temporalmente sus puertas, buscando proteger la integridad de empleados y clientes. En las últimas semanas, la inseguridad ha alcanzado niveles que afectan directamente a los negocios, quienes enfrentan la incertidumbre de no saber cuándo podrán reanudar operaciones de manera segura.
Restaurantes emblemáticos como IKU, Vicentillo’s y Dandy Experience Kitchen han anunciado a través de sus redes sociales que suspenderán sus actividades, priorizando la seguridad de su personal y comensales. En sus comunicados, mencionan que aprovecharán este periodo para realizar remodelaciones, con la intención de reabrir en mejores condiciones cuando la situación lo permita. Estos cierres han sido entendidos por la clientela, que muestra su apoyo y espera su reapertura.
En el sector de la construcción, la empresa Mapco Materiales S.A. de C.V. también se ha visto afectada, anunciando el cierre temporal de su sucursal en Culiacán a partir del 1 de octubre de 2024. La compañía destaca que la inseguridad ha impactado gravemente sus operaciones, con empleados temerosos de asistir al trabajo y complicaciones logísticas por la violencia y el cierre de escuelas. Esta situación, sumada a la caída en las ventas, ha llevado a la empresa a replantear su continuidad en la región.
La inseguridad no solo afecta a las operaciones diarias, sino que también desalienta a los inversionistas y agrava la crisis económica local. Se estima que las pérdidas por enfrentamientos y violencia suman 800 millones de pesos, afectando a una gran cantidad de negocios que ya califican la situación como un «Culiacanazo comercial». Muchos comerciantes enfrentan dificultades para mantenerse a flote ante la falta de ventas y los altos costos operativos.
A pesar de los esfuerzos de las cámaras empresariales por mantener las puertas abiertas, el temor generalizado y la constante amenaza de violencia han llevado a muchos a optar por cerrar de manera indefinida. Sin embargo, en algunas plazas comerciales, los comerciantes afiliados a la Cámara Nacional de Comercio han logrado mantener el abasto de productos, evitando hasta ahora una situación de desabasto.