En septiembre de 2024, los estudiantes universitarios de la Beca Benito Juárez no recibirán el pago correspondiente, siendo el próximo depósito programado para noviembre debido a ajustes en el calendario.

La Beca Benito Juárez es un apoyo económico del Gobierno de México destinado a estudiantes de todos los niveles educativos en situación vulnerable. Desde su creación, ha buscado evitar la deserción escolar en zonas de alta marginación, asegurando que los estudiantes puedan continuar con sus estudios sin preocupaciones financieras.

Para el ciclo escolar 2024-2025, la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez realizó ajustes significativos en el calendario de pagos. Este cambio, derivado en parte por la veda electoral y la reorganización del presupuesto, ha causado que los estudiantes de nivel superior reciban sus depósitos en dos grandes dispersiones: la primera en los meses de enero y febrero, y la segunda programada para noviembre, dejando a septiembre sin pagos. Este ajuste ha generado incertidumbre entre los becarios, quienes dependen de estos recursos para cubrir sus necesidades básicas durante el ciclo escolar.

«Entendemos la preocupación de los estudiantes, pero estamos trabajando para garantizar que todos los pagos se realicen de manera puntual en noviembre»

Declaró un representante de la Coordinación Nacional de Becas. Por su parte, José Hernández, estudiante de ingeniería y beneficiario del programa, expresó: «El cambio en el calendario nos tomó por sorpresa, pero espero que en noviembre podamos recibir el apoyo acumulado.»

Datos y estadísticas
En 2024, aproximadamente 4.5 millones de estudiantes a nivel nacional se benefician de la Beca Benito Juárez en sus diferentes modalidades. De estos, cerca de 900,000 son universitarios que reciben un monto mensual de 2,800 pesos. Sin embargo, a diferencia de años anteriores, en este ciclo escolar solo se realizarán dos dispersiones principales, cubriendo 10 meses de apoyo económico.

Comentarios
La decisión de posponer el pago hasta noviembre puede tener implicaciones significativas para los estudiantes universitarios, especialmente aquellos que dependen del apoyo mensual para su sustento. Es fundamental que las autoridades correspondientes brinden claridad y mantengan una comunicación abierta con los beneficiarios para evitar la desinformación y el pánico entre los estudiantes.

Por otro lado, esta medida podría interpretarse como un esfuerzo por parte del gobierno para reorganizar y optimizar el uso de los recursos públicos, aunque a costa de la estabilidad financiera inmediata de los estudiantes. La situación plantea una reflexión sobre la necesidad de revisar y mejorar la planificación y la comunicación en la distribución de apoyos sociales.

Fecha de publicación: 4 de septiembre de 2024