La falta de pagos a los operadores de rutas urbanas en Monterrey ha desencadenado una crisis en el transporte público, afectando a miles de usuarios que dependen de este servicio para sus desplazamientos diarios. La situación se complica con la implementación de un nuevo sistema de pago electrónico que no ha sido bien recibido por la población.
La falta de pagos por parte de la administración estatal ha puesto en riesgo la operación de las rutas de transporte público en Monterrey, generando largas filas y afectando gravemente a los usuarios. A partir del 16 de agosto de 2024, se implementará un sistema de pago electrónico en un intento por mejorar la situación, aunque la transición no ha sido bien recibida.
En medio de una crisis de movilidad que ya afectaba a Monterrey, la falta de pagos a los operadores de las rutas urbanas ha intensificado los problemas del transporte público. Durante las últimas semanas, se han observado largas filas de usuarios en las principales estaciones, que esperan durante horas la llegada de unidades insuficientes. La situación es especialmente crítica en municipios como Apodaca, Ciénega de Flores y Salinas Victoria.
José Manuel Valdez Gaytán, titular del Instituto de Movilidad y Accesibilidad de Nuevo León, señaló que:
«El cambio al pago electrónico es una medida necesaria para reducir tiempos de espera y mejorar la eficiencia del sistema».
Sin embargo, los usuarios expresan su frustración: «Nos están complicando la vida con estos cambios. Las rutas ya están mal, y ahora quieren que solo paguemos electrónicamente sin estar preparados», comentó Ana García, una usuaria frecuente.
Datos y estadísticas
Según datos recientes, el 70% de las unidades de transporte público en la Zona Metropolitana de Monterrey presentan problemas de mantenimiento, y más del 60% de los usuarios reporta esperas superiores a una hora durante los horarios pico. La nueva medida de pago electrónico, que se implementará inicialmente en cinco rutas, afectará a aproximadamente 250,000 usuarios.
Antecedentes
Esta crisis es solo la última manifestación de los problemas de movilidad que enfrenta Monterrey desde hace años. En administraciones anteriores, se prometieron mejoras significativas al sistema de transporte público, pero las soluciones han sido insuficientes. La implementación del pago electrónico busca modernizar el sistema, pero la falta de preparación y los problemas financieros del gobierno han generado más incertidumbre que alivio entre la población.