El gobierno mexicano extiende una invitación al presidente ruso para asistir a la ceremonia de investidura de Claudia Sheinbaum, lo que ha generado controversia internacional.
Ciudad de México, 7 de agosto de 2024 – En un movimiento que ha captado la atención internacional, el gobierno de México ha invitado al presidente ruso, Vladimir Putin, a la ceremonia de toma de posesión de Claudia Sheinbaum, programada para el 1 de octubre de 2024. Esta decisión ha suscitado diversas reacciones debido a la situación geopolítica actual y la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional contra Putin.
La invitación, confirmada por la Secretaría de Relaciones Exteriores, forma parte de las notas diplomáticas enviadas a todas las naciones con las que México mantiene relaciones. El objetivo es garantizar la presencia de dignatarios internacionales en la ceremonia que marcará el inicio de la administración de Sheinbaum, la primera mujer en ocupar la presidencia de México.
Según la embajada rusa en México, Putin decidirá si asistirá personalmente o enviará a un representante de alto rango. «La invitación es un gesto protocolario que seguimos en todas las tomas de posesión presidenciales», aclaró un portavoz de la cancillería mexicana. No obstante, la posible asistencia de Putin ha generado especulaciones y críticas debido a la situación legal del mandatario ruso.
Expertos en relaciones internacionales han señalado la complejidad del escenario. «Invitar a Putin es una jugada diplomática arriesgada, especialmente considerando las sanciones internacionales y la orden de arresto vigente», comentó Ana María Salazar, analista política. «México se encuentra en una posición delicada al equilibrar sus relaciones internacionales».
Datos recientes indican que las invitaciones a dignatarios internacionales son una práctica común en las ceremonias de cambio de poder en México. En el pasado, líderes de diferentes naciones han asistido a estos eventos, promoviendo la diplomacia y las relaciones bilaterales. Sin embargo, la situación con Rusia añade una capa de controversia no vista en años recientes.
Históricamente, México ha mantenido una política exterior basada en el respeto a la soberanía y la no intervención. La invitación a Putin se enmarca en esta tradición diplomática, aunque su aceptación o rechazo podría tener implicaciones significativas para la política exterior del país en el contexto actual.
La ceremonia de toma de posesión de Claudia Sheinbaum no solo será histórica por ser la primera mujer en asumir la presidencia de México, sino también por las complejidades diplomáticas que surgen en un mundo cada vez más polarizado. La decisión de Putin de asistir o no podría enviar un fuerte mensaje sobre la posición de Rusia en la arena internacional y su relación con América Latina.