A pesar de los avances, se anticipa un aumento en los días con niveles de contaminación elevados debido a la implementación de normas más estrictas.
La calidad del aire en Monterrey ha mostrado mejoras significativas en varias estaciones de monitoreo, según los últimos reportes del Sistema de Monitoreo Ambiental (SIMA). Sin embargo, las nuevas normas ambientales podrían provocar un aumento en los días con niveles de contaminación que superen los estándares recomendados.
En los últimos días, la calidad del aire en Monterrey ha sido evaluada como aceptable en varias estaciones de monitoreo, incluyendo Escobedo, Apodaca y Monterrey Centro. Estas mejoras se deben en parte a una disminución temporal en las emisiones industriales y vehiculares, así como a condiciones meteorológicas favorables.
Expertos en calidad del aire han advertido que, a pesar de estas mejoras recientes, el 2024 podría registrar más días con contaminación elevada. Esto se debe a las modificaciones en la Norma Oficial Mexicana NOM-025, que ha reducido los límites aceptables para partículas PM10 y PM2.5. Según estas nuevas regulaciones, el promedio diario de PM10 se ha reducido de 70 a 60 microgramos por metro cúbico, y se espera que en 2025 se reduzca aún más a 20 microgramos.
Durante el fin de semana, tres estaciones de monitoreo en Monterrey, incluyendo Pesquería Este y García, registraron una calidad del aire buena, un hecho poco común en semanas anteriores. Otras estaciones como San Nicolás y Santa Catarina mostraron índices aceptables, mientras que algunas áreas urbanas aún enfrentan desafíos significativos con niveles de contaminación elevados.
Las autoridades de salud pública han enfatizado la importancia de estos cambios normativos como una medida para proteger la salud de la población. La exposición a altos niveles de partículas finas en el aire está asociada con un mayor riesgo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Se estima que en México, la contaminación del aire contribuye a unas 29,000 muertes prematuras anualmente.
A medida que Monterrey avanza hacia una mejor calidad del aire, las nuevas regulaciones y el monitoreo constante serán cruciales para mantener estos progresos y mitigar los efectos negativos de la contaminación en la salud pública. Las autoridades locales y los ciudadanos deberán colaborar para reducir las emisiones y adaptar sus actividades diarias a las nuevas normativas ambientales.