Sabotaje en las líneas de tren de París interrumpe los planes previos a los Juegos Olímpicos
A pocos días de la ceremonia inaugural de París 2024, actos de sabotaje en las líneas de tren de alta velocidad causan caos en la capital francesa.
El viernes 26 de julio de 2024, las líneas de tren de alta velocidad en Francia fueron objeto de un sabotaje coordinado que provocó incendios y daños técnicos significativos, paralizando el servicio ferroviario en vísperas de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París. Este acto afectó gravemente a miles de viajeros y puso en jaque la logística de uno de los eventos deportivos más importantes del año.
El ataque tuvo lugar en un momento crítico, justo antes de la ceremonia inaugural de París 2024, cuando se esperaba un aumento significativo del tráfico de pasajeros debido a los Juegos Olímpicos. Las líneas más afectadas fueron las del eje norte, oeste y este, cruciales para las conexiones internacionales y regionales, incluidas rutas hacia Londres, Bruselas y Alemania.
Las autoridades francesas calificaron los actos como «sabotaje» y destacaron la coordinación y conocimiento técnico necesarios para ejecutar tal ataque. «Es un ataque a la infraestructura crítica de nuestro país en un momento muy sensible», comentó Patrice Vergriete, ministro de Transporte de Francia. La empresa nacional de ferrocarriles, SNCF, trabajó intensamente para restaurar el servicio, aunque advirtió que los daños podrían afectar el tráfico ferroviario durante varios días.
El sabotaje comenzó en la madrugada del 26 de julio, con incendios en las instalaciones de señalización cerca de las vías. Estos ataques interrumpieron el funcionamiento normal de los trenes de alta velocidad (TGV), obligando a la cancelación y desvío de numerosos servicios. Eurostar, que opera trenes entre el Reino Unido y Europa continental, anunció la cancelación de uno de cada cuatro de sus trenes, con retrasos de hasta una hora y media en los viajes desviados.
Impacto en los viajeros
Más de 250,000 pasajeros se vieron directamente afectados el primer día del sabotaje, y las estimaciones indicaron que hasta 800,000 personas podrían sufrir inconvenientes si los problemas persistían durante el fin de semana. Las autoridades instaron a los viajeros a cancelar o reprogramar sus viajes en la medida de lo posible para evitar el caos en las estaciones ferroviarias de París.
Respuesta de las autoridades
En respuesta al sabotaje, se desplegaron refuerzos policiales en las principales estaciones de tren y se inició una investigación exhaustiva para identificar y detener a los responsables. El primer ministro, Gabriel Attal, declaró que los servicios secretos están involucrados en la investigación, dada la gravedad del ataque y su posible vinculación con grupos extremistas.
Proyecciones futuras
A pesar de los esfuerzos para minimizar el impacto, el sabotaje ha generado una ola de incertidumbre sobre la capacidad de Francia para garantizar la seguridad y eficiencia del transporte durante los Juegos Olímpicos. Las autoridades están tomando medidas adicionales para asegurar que los atletas y espectadores lleguen a sus destinos sin mayores contratiempos, mientras continúan trabajando para restaurar completamente el servicio ferroviario.