México enfrenta tormentas y calor extremo: Precauciones necesarias ante nueva onda tropical
La llegada de la onda tropical número 10 y los canales de baja presión intensifican las lluvias en gran parte de México, mientras que el norte del país experimenta altas temperaturas que alcanzan los 45 grados Celsius.
Este mes de julio, México se ve afectado por un intenso patrón climático que trae consigo lluvias torrenciales y un calor abrasador. Con la llegada de la onda tropical número 10, estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca esperan las precipitaciones más severas, mientras que en el norte, las temperaturas amenazan con llegar hasta los 45 grados Celsius.
Anualmente, México enfrenta un aumento en la actividad de tormentas durante el verano, exacerbado este año por condiciones climáticas extremas. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha identificado tanto ondas tropicales como canales de baja presión como los principales impulsores de estas condiciones inusuales.
Según informes de Conagua, no solo se esperan lluvias intensas en el sur, sino que también se pronostican tormentas fuertes en más de 20 estados, incluyendo la Ciudad de México, Jalisco y Veracruz. Estas condiciones pueden provocar desde deslaves e inundaciones hasta un incremento preocupante en los niveles de ríos y arroyos.
La situación ha llevado a las autoridades a emitir alertas en varias regiones, instando a la población a mantenerse informada a través de canales oficiales y a tomar medidas preventivas para protegerse de los posibles efectos de estas tormentas y el calor extremo.
Frente a este panorama, es crucial que se fortalezcan las estrategias de respuesta a emergencias y se mejore la comunicación con la población, especialmente en comunidades vulnerables que suelen ser las más afectadas por fenómenos climáticos severos.
El cambio climático continúa desempeñando un papel en la intensificación de estos fenómenos meteorológicos, lo que exige un enfoque más proactivo para la gestión de desastres naturales en México, donde el clima extremo se está volviendo cada vez más la norma, no la excepción.