PRI modifica estatutos para permitir la reelección de Alejandro Moreno
La decisión generó controversia dentro del partido, destacando divisiones y acusaciones de deslealtad.
En una sesión polémica celebrada el 7 de julio de 2024, la Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aprobó reformas a sus estatutos que permiten la reelección de su actual dirigente, Alejandro Moreno Cárdenas, hasta 2032. Esta medida ha generado una fuerte oposición y críticas de varios miembros del partido.
Alejandro Moreno, quien asumió el liderazgo del PRI en 2019, ha sido una figura divisiva dentro del partido. Su mandato ha sido marcado por derrotas electorales y la expulsión de destacados miembros en 2023, acusados de deslealtad. La reforma aprobada permite que Moreno busque hasta tres periodos consecutivos, extendiendo potencialmente su liderazgo por más de una década.
Durante la Asamblea, más de tres mil consejeros votaron a favor de los cambios estatutarios. La aprobación fue recibida con protestas y descontento por parte de un sector del partido, que considera esta medida contraria a los principios históricos del PRI. Los opositores argumentan que la reelección de Moreno podría conducir a la extinción del partido, citando la caída del porcentaje de votos obtenidos por el PRI desde 1976.
La sesión fue tumultuosa, con enfrentamientos entre los grupos que respaldan a Moreno y aquellos que se oponen a su reelección. En un intento desesperado por impedir la votación, algunos militantes trataron de forzar la entrada a la sala donde se llevaba a cabo la Asamblea. A pesar de la oposición, los cambios fueron ratificados, permitiendo a Moreno permanecer en la dirigencia hasta 2032.
Rubén Moreira, presidente de la mesa nacional temática de declaración de principios del PRI, defendió la reforma argumentando que la reelección puede promover la profesionalización y mejora continua dentro del partido. Sin embargo, críticos como Dulce María Sauri, ex presidenta nacional del PRI, han advertido que esta medida podría profundizar las divisiones internas y debilitar aún más al partido.
La reelección de Alejandro Moreno plantea un futuro incierto para el PRI. Mientras sus defensores creen que su liderazgo brindará continuidad y estabilidad, sus detractores temen que esta decisión pueda alejar aún más a la base electoral y llevar al partido a una crisis más profunda. La evolución de estos eventos será crucial para determinar el rumbo del PRI en los próximos años.