Francisco Labastida y otros miembros destacados del PRI se oponen a la reelección de Alejandro Moreno como dirigente del partido, argumentando que su liderazgo pone en riesgo la integridad y futuro del partido.
Francisco Labastida, ex candidato presidencial del PRI, ha amenazado con renunciar al partido si Alejandro ‘Alito’ Moreno permanece como dirigente hasta 2032. La reelección de Moreno ha generado una fuerte oposición dentro del partido, con más de 250 miembros, incluidos ex presidentes y ex gobernadores, exigiendo su renuncia inmediata.
La controversia se intensificó cuando Moreno propuso modificar los estatutos del partido para permitir su reelección hasta por tres periodos consecutivos, lo que le otorgaría el control del PRI hasta 2032. Los críticos argumentan que esta medida busca asegurar su impunidad y enriquecimiento personal, centralizando el poder y los recursos del partido en manos de un pequeño grupo.
Francisco Labastida ha sido uno de los más vocales opositores a la reelección de Moreno, acusándolo de utilizar su posición para seleccionar candidatos afines y evitar rendir cuentas. Labastida y otros miembros del partido han solicitado que una dirigencia interina se encargue de la organización de la próxima Asamblea Nacional, asegurando un proceso inclusivo y autocrítico.
Además de Labastida, otros destacados miembros del PRI, como Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Coldwell y Enrique Ochoa Reza, han firmado un documento exigiendo la salida de Moreno. Este grupo también ha propuesto posponer la Asamblea Nacional hasta después de agosto y modificar los estatutos para evitar cualquier reelección en la dirigencia nacional.
La tensión dentro del partido se ha intensificado a medida que se acercan las próximas elecciones. Los opositores a Moreno argumentan que su liderazgo ha llevado al PRI a obtener los peores resultados electorales de su historia reciente, exacerbando la crisis interna y alejando a valiosos miembros del partido.
La situación actual en el PRI refleja una lucha interna por el control y el futuro del partido, con un grupo significativo de sus miembros buscando un cambio de liderazgo para revitalizar la estructura y recuperar la confianza de la militancia y el electorado.