La tormenta tropical Alberto ha dejado una estela de destrucción en el estado de Nuevo León, afectando gravemente la infraestructura y la vida de miles de personas. El gobierno estatal, liderado por Samuel García, ha intensificado las labores de rescate y apoyo, declarando el estado de emergencia para facilitar la obtención de recursos federales.

El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha declarado el estado de emergencia tras el paso de la tormenta tropical Alberto, que ha causado daños significativos en la región. Desde la semana pasada, el gobierno estatal ha desplegado un operativo interinstitucional para brindar asistencia a más de 72,000 personas afectadas en 38 municipios. Las intensas lluvias provocaron inundaciones, cortes de carreteras y el aislamiento de comunidades enteras, agravando la situación de los residentes.

La tormenta tropical Alberto, el primer ciclón de la temporada del Atlántico, golpeó Nuevo León con una intensidad inesperada. Las lluvias superaron los 300 milímetros en varios puntos del estado, causando estragos en sectores clave como vivienda, educación, salud y sistemas hidráulicos. Las precipitaciones intensas, que se prolongaron durante varios días, inundaron áreas urbanas y rurales, complicando las labores de rescate y asistencia.

En respuesta a la emergencia, el gobernador Samuel García coordinó un esfuerzo masivo de ayuda en colaboración con 29 dependencias estatales y 17 empresas donantes. «Estamos trabajando de manera muy coordinada para llegar a todos los puntos donde se encuentra la población afectada y brindarles la atención necesaria», afirmó Martha Herrera, Secretaria de Igualdad e Inclusión. Hasta ahora, se han distribuido 55 toneladas de alimentos, 852,000 litros de agua y numerosos insumos básicos.

Las operaciones de ayuda incluyeron vuelos de helicóptero hacia las zonas más inaccesibles, como Santiago, Montemorelos, Rayones y Aramberri, donde las carreteras quedaron completamente inutilizadas. Brigadistas han estado recorriendo estas áreas para evaluar y satisfacer las necesidades inmediatas de los residentes. Además, se han establecido 55 centros de acopio para recibir donaciones de la comunidad y continuar apoyando a los damnificados.

Protección Civil ha implementado medidas preventivas cerrando diversos pasos vehiculares en puntos críticos del estado para evitar accidentes. «La lluvia puede generar turbiedad en las presas, por lo que hemos pedido a la población que haga reservas de agua potable para sus necesidades básicas», explicó Juan Ignacio Barragán, director de Agua y Drenaje de Monterrey. También se han preparado protocolos para responder a posibles fallas eléctricas y garantizar el suministro de agua.

La Secretaría de Salud de Nuevo León ha desplegado una flotilla de ambulancias y ha incrementado la capacidad hospitalaria en un 20% para atender emergencias. «Estamos listos para responder a cualquier situación adversa que pueda surgir», aseguró Alma Rosa Marroquín Escamilla, titular de la dependencia. Con la coordinación de Fuerza Civil y los 51 municipios del estado, se busca asegurar la protección y bienestar de toda la población afectada.