La destacada dama de la sociedad meridana, conocida por su trayectoria y aportaciones, falleció tras una breve dolencia.
Este miércoles en Mérida, Yucatán, se confirmó la muerte de María Elena Ponce Rubio de Regil, una figura emblemática de la sociedad local. La señora, conocida cariñosamente como “Mayo” entre sus amistades, falleció a los 98 años, tras haber enfrentado una breve enfermedad. La noticia ha causado consternación en su círculo cercano y en la comunidad que la distinguió por su participación activa en diversos ámbitos sociales.
Nació en 1926, en el seno de una familia ampliamente reconocida en la región. Sus padres fueron los señores José María Ponce G. Cantón y Graciella Rubio Ibarra, quienes formaron un linaje con arraigo en la historia social de Mérida. María Elena dejó una huella imborrable en su entorno, y a su vez, fue la hermana de José María, Graciella y Elda, con quienes compartió su vida y su legado familiar.
Durante su vida, María Elena contrajo matrimonio con Patricio de Regil y de La Guardia, de quien enviudó en 1979. De esta unión nacieron ocho hijos: Patricio, Álvaro, María Elena, Pedro, Cayetana, Patricio, Rafael y Georgina. La familia fue uno de sus pilares fundamentales y en ella centró gran parte de su energía y dedicación, dejando una profunda huella en sus descendientes.
Además de su papel de madre y esposa, fue una mujer de inquietudes intelectuales y sociales. Se destacó por organizar encuentros, retiros y talleres enfocados en el estudio del eneagrama, una herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal. Su interés por este tema la llevó a escribir un libro sobre la materia, contribuyendo al conocimiento y la difusión de estas enseñanzas en su comunidad.
En su búsqueda de realización personal, a los 70 años de edad contrajo segundas nupcias con el doctor Eliseo Pérez Stable, quien fue director del Hospital de Veteranos en el Jackson Memorial Hospital, en Miami, Florida. Este matrimonio representó una etapa de plenitud y nuevas experiencias para la fallecida, enriqueciendo aún más su historia de vida.
El cuerpo de María Elena fue incinerado, y sus cenizas serán depositadas en una cripta de la iglesia de María Inmaculada, ubicada en el fraccionamiento Campestre de Mérida. La ceremonia de homenaje religioso se realizará hoy miércoles, después de la misa de las 7 de la noche, en un acto que reunirá a familiares, amigos y allegados para despedirla.
Entre los sobrevivientes se encuentran su viudo Eliseo Pérez Stable y sus hijos, además de una extensa lista de nietos y bisnietos. Le sobreviven sus nietos Juan Carlos, Álvaro, Sofía, Carolina, Jimena, Mariana, Dina, Pedro, Rodrigo, Andrea, Estefanía, Paulina, Patricio, Rafael, Alonso, Tony y Elena. También cuenta con bisnietos, entre ellos Medina Gamboa, Gamboa Gutiérrez, Leal Gamboa, Gasteasoro Rodríguez, Ongay de Regil, De Regil García, Martín del Campo Marroun, Letrello de Regil y Rich de Regil. Sus primos, sobrinos y demás familiares también expresan sus condolencias en memoria de su legado.
La comunidad y sus amigos expresan sus condolencias en este momento de pérdida, reconociendo la significativa aportación de María Elena Ponce Rubio de Regil a la historia social y cultural de Mérida. Su vida fue un ejemplo de compromiso, cultura y amor por su familia, dejando un legado que perdurará en la memoria de quienes la conocieron y valoraron.