Analizando la participación del ciclista mexicano en la carrera española y el papel de consultores españoles ligados a la 4T
Isaac Del Toro, ciclista mexicano, se encuentra en una posición favorable para ganar la Vuelta a Burgos, una competencia que inicia en la región donde nació el idioma castellano. La carrera, que consta de cinco etapas, lleva nombres que resaltan aspectos culturales y geográficos de la provincia de Burgos. La primera etapa, denominada “Camino de Santiago”, recorre los 205 kilómetros de la famosa ruta de peregrinación, reconocida como Patrimonio de la Humanidad.
La segunda etapa, llamada “Arlánzate”, de 162 kilómetros, busca destacar el valor de la comarca del Arlanza como destino gastronómico y turístico. La tercera etapa, “Origen del Castellano”, de 185 kilómetros, concluye en Valpuesta, un pequeño pueblo de 12 habitantes considerado la cuna del idioma castellano, donde se conservan los documentos más antiguos en esta lengua. La cuarta etapa, denominada “Energía Natural”, de 162 kilómetros, genera cierta polémica por su nombre, que parece estar orientado a reforzar la apuesta del gobierno local por un modelo de desarrollo sostenible, aunque algunos consideran que tiene un tinte demagógico.
Finalmente, la etapa reina, “Patrimonio Enológico”, de 138 kilómetros, parte en una bodega de Rivera del Duero y culmina en una ascensión exigente a las Lagunas de Neila. Con estas etapas, el ciclista mexicano tiene altas probabilidades de obtener varias victorias, especialmente en la tercera y en la quinta, donde se enfrentará a desafíos importantes. Hasta ahora, Del Toro ha demostrado una destacada presencia en España, tras quedar segundo en el Giro de Italia, ganar en el Circuito de Getxo, quedar quinto en la Donostia San Sebastián Klasikoa, obtener el segundo lugar en la Prueba Villafranca Ordiziako Klasika y triunfar en la Clásica Terres de l’Ebre.
Su rendimiento ha sido ampliamente valorado por la prensa española, que destaca su talento y proyección internacional. Sin embargo, en México el foco mediático se ha centrado en otro tipo de noticias, principalmente en la presencia de consultores españoles ligados a la política y la estrategia del gobierno. Uno de los temas más comentados es la figura de Juan Carlos Monedero, estratega vinculado a la izquierda radical en Venezuela y colaborador de Podemos en España, que actualmente intenta expandir su negocio mediático en México.
Riva Palacio, en su columna en El Financiero, ha criticado duramente a estos consultores, señalando su pasado chavista y su posible influencia en la política mexicana. Monedero, además de sus vínculos con el chavismo venezolano, ha mantenido relaciones con Pablo Iglesias, exlíder de Podemos, quien también aspira a desarrollar negocios en México. Iglesias, por su parte, ha tenido una trayectoria marcada por su admiración al sistema político venezolano, aunque ha tratado de distanciarse de sus errores recientes.
El periodista Raymundo Riva Palacio señala que agencias de Estados Unidos están investigando las actividades de estos consultores en México, debido a su pasado y sus posibles vínculos con actores políticos considerados radicales. Aunque en México existe libertad de empresa, la presencia de estos consultores españoles genera inquietudes en ciertos sectores del país, especialmente en el ámbito de las relaciones internacionales y la estrategia política.
Se cuestiona si la participación de Monedero e Iglesias en México beneficia o perjudica a la Presidencia de la República, en particular a Claudia Sheinbaum. La estrategia oficial ha sido mantener buenas relaciones con Estados Unidos mediante negociaciones diplomáticas, y la presencia de estos consultores españoles podría complicar esas relaciones. La presidenta ha logrado avanzar en diálogos con el gobierno de Donald Trump, en contraste con sus vecinos canadienses, quienes han optado por una postura más confrontativa que, hasta ahora, no ha dado los resultados esperados.
En este contexto, la presencia de figuras internacionales y sus intereses en México generan un debate sobre los beneficios y riesgos de la influencia extranjera en la política interna. La estrategia del gobierno mexicano debe centrarse en fortalecer sus relaciones bilaterales y evitar que cuestiones ajenas puedan entorpecer los avances en negociaciones clave. La participación de consultores españoles ligados a ideologías controvertidas no solo puede afectar la percepción internacional del país, sino también complicar la comunicación con actores fundamentales como Estados Unidos.
La situación refleja la importancia de mantener una política exterior coherente y prudente, priorizando los intereses nacionales y la estabilidad en las relaciones internacionales. La presencia de estos consultores y sus antecedentes ponen en evidencia la necesidad de revisar los beneficios de su participación en la estrategia política y diplomática del país, en un momento donde las decisiones en México tienen repercusiones globales.