Moscú solicita prudencia internacional ante la escalada retórica y militar en torno a la amenaza nuclear
El gobierno de Rusia hizo un llamamiento a la prudencia internacional ante el incremento de las amenazas nucleares en el discurso político global. La advertencia llega en un momento de creciente tensión entre Moscú y Washington, tras las recientes declaraciones y movimientos militares relacionados con armas nucleares. La comunidad internacional debe mantener la calma y evitar una escalada que pueda derivar en un conflicto de consecuencias catastróficas.
Este lunes, el Kremlin expresó su preocupación por el tono cada vez más agresivo en torno a la temática nuclear. La declaración oficial se produce después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara el despliegue de dos submarinos nucleares en respuesta a las declaraciones del expresidente ruso Dmitri Medvédev. Este último sugirió la posibilidad de un conflicto bélico entre ambas naciones, lo que generó alarma en ámbitos diplomáticos.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, afirmó en rueda de prensa telefónica diaria que “en una guerra nuclear no puede haber vencedores”. Añadió que “este es, seguramente, el principal postulado por el que nos guiamos”, subrayando el compromiso ruso de evitar cualquier escalada en la confrontación nuclear. Peskov resaltó que, desde la perspectiva de Rusia, no existe actualmente una escalada significativa entre ambas potencias.
El portavoz presidencial enfatizó que Moscú prefiere no dejarse arrastrar por retóricas que puedan incrementar las tensiones. “No quisiéramos comentar esa retórica de ninguna manera”, declaró, y recordó que el Kremlin trata con extrema cautela cualquier declaración relacionada con armas nucleares. Peskov explicó que el tema es muy complejo y sensible, y que muchos actores perciben las amenazas como impulsivas, por lo que Rusia mantiene una postura responsable, instando a todos a ser cuidadosos con la retórica nuclear.
Asimismo, Peskov recordó que los submarinos nucleares estadounidenses ya operan regularmente en alerta y en misiones de combate, lo que significa que el despliegue anunciado por Trump no representa un cambio significativo en la operatividad militar de Estados Unidos. La medida, por tanto, no incrementa de manera sustancial la tensión existente, pero sí refleja la delicada situación en la que se encuentran ambas naciones.
El pasado viernes 1 de agosto, Donald Trump anunció a través de su cuenta en Truth Social que había ordenado el despliegue de dos submarinos nucleares en “las regiones correspondientes”. La decisión fue tomada tras considerar provocadoras las declaraciones de Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, quien criticó los ultimátums de Washington para detener la guerra en Ucrania. Medvédev afirmó que esas amenazas, con plazos de 50 y luego 10 días, representan pasos peligrosos hacia una posible guerra.
El exmandatario ruso expresó su preocupación por el tono de las advertencias estadounidenses, señalando que “las palabras son muy importantes y, a menudo, pueden tener consecuencias imprevistas”. En su cuenta de Telegram, Medvédev hizo referencia al sistema nuclear ruso “Perímetro”, conocido también como “Mano Muerta”, advirtiendo que podría activarse en caso de un ataque masivo que incapacite al Kremlin. La amenaza fue acompañada de una comparación con películas de muertos vivientes, en alusión a la peligrosidad de esa arma nuclear.
El Kremlin respalda las declaraciones de Medvédev, pero deja en claro que la política exterior de Rusia la define exclusivamente el presidente Vladimir Putin. Peskov afirmó que, aunque diferentes miembros del gobierno puedan tener opiniones distintas, “la postura del presidente Putin es la que rige”. La aclaración surge en medio de un intercambio de declaraciones entre Trump y Medvédev, quien fue presidente de Rusia entre 2008 y 2012 y es una figura cercana pero a veces crítica del mandatario ruso actual.
A pesar de las tensiones, la diplomacia continúa. El enviado especial del presidente Trump en Moscú, Steve Witkoff, visitará la capital rusa esta semana, en medio de la cercanía del vencimiento del ultimátum estadounidense. El Kremlin calificó esta visita como “importante y útil” y no descartó una reunión directa con Vladimir Putin. Peskov expresó que “siempre estamos felices de ver a Witkoff en Moscú y encantados de estar en contacto con él”, abriendo la posibilidad de un diálogo, pese a las advertencias militares.
La situación en torno a las armas nucleares entre Rusia y Estados Unidos sigue siendo altamente delicada. La comunidad internacional debe mantenerse alerta, promoviendo el diálogo y evitando cualquier acción que pueda precipitar una confrontación nuclear. La prudencia y la responsabilidad son esenciales para impedir que las tensiones escalen a niveles peligrosos que puedan afectar a todo el planeta.