Habitantes denuncian contaminación a pesar de clausura de planta tratadora y proponen conexiones sin aval oficial
Habitantes del fraccionamiento Marina Diamante en Acapulco denunciaron recientes vertimientos de aguas residuales en la laguna de Tres Palos, a pesar de que la planta tratadora del complejo fue clausurada formalmente en marzo pasado por la Dirección de Ecología municipal. La clausura se dio debido a un funcionamiento deficiente que, según las autoridades, ponía en riesgo el ecosistema local.
Los residentes explicaron que, tras la colocación de los sellos de clausura en el acceso principal del fraccionamiento y en las inmediaciones de la planta, la administración del complejo ocultó dicha medida cubriendo los sellos con anuncios publicitarios. Posteriormente, estos sellos fueron retirados bajo el argumento de que se había tramitado un amparo, alegando que la clausura impedía el acceso libre a las viviendas y, por tanto, violaba derechos de los residentes.
Omar Abraham Ávila Funes, residente del fraccionamiento, afirmó que este problema se remonta a más de una década atrás, cuando se advirtió que la planta tratadora no tenía capacidad suficiente para procesar toda el agua residual generada en la zona. En aquel entonces, se acordó destinar recursos económicos para rehabilitarla, pero dichos fondos desaparecieron y las adecuaciones necesarias nunca se llevaron a cabo, advirtió.
Tras la clausura oficial, los vecinos solicitaron información sobre las acciones a seguir y el monto de la multa impuesta a la administración del fraccionamiento, sin obtener respuesta alguna. En su lugar, la administración, a cargo de Administradora Bienestar Marina Diamante, emitió un comunicado en el que reconoce que la planta no funciona y propone una posible conexión del sistema sanitario del fraccionamiento con la planta operada por la Promotora Turística de Guerrero (Protur), ubicada frente al aeropuerto de Acapulco.
Esta propuesta, que aún no ha sido sometida a votación en una asamblea general, contempla un cobro único de 810 pesos por vivienda y una tarifa mensual de 129 pesos para cubrir los costos de conexión y operación del sistema sanitario. Los documentos que respaldan esta propuesta fueron presentados y copiados digitalmente por Quadratín Guerrero.
Los habitantes señalaron que para que esta alternativa sea viable, debe contar con la aprobación de al menos 23 de los 45 condominios que conforman el fraccionamiento. Durante un recorrido realizado por Quadratín Guerrero, se constató que las condiciones actuales de la infraestructura son deplorables: tuberías colapsadas, instalaciones oxidadas y un vertimiento constante de aguas negras a cielo abierto, que mantienen zonas anegadas y con olores pestilentes a escasos metros de viviendas y áreas comunes.
Los vecinos cercanos a la zona denunciaron que las descargas de aguas residuales son más intensas durante las horas de la madrugada, generando un impacto adicional en la calidad de vida y en el ecosistema local. “El llamado a las autoridades es para que se finquen responsabilidades. Esto es un ecocidio. Muchas personas dependen económicamente de la laguna y la contaminación está afectando gravemente al ecosistema y a los habitantes del fraccionamiento”, expresó Ávila Funes.
Hasta la fecha, los residentes afirmaron que no existe una fecha definida para la rehabilitación del sistema que en años pasados colapsó, devolviendo aguas residuales a las calles del fraccionamiento, ni certeza sobre la viabilidad de la propuesta presentada. La situación continúa generando preocupación entre los habitantes y ambientalistas, que advierten sobre los daños irreversibles que esta contaminación puede causar en la laguna y en la salud pública.